El taller de los secretos fue una muy buena forma de poder
desahogarnos. Muchas veces tenemos recelo a expresar nuestros miedos o contar
nuestros secretos, por eso, escribir en un folio todo lo que te atormenta por
dentro es muy interesante.
Ese folio, lo 'escondimos' debajo de una tela, cosido
perfectamente para que el secreto no salga a la luz.
Después de plastificar una imagen que exprese totalmente lo
contrario a lo escrito, la cosimos en uno de los lados del 'paquete'. Mi imagen
es la de mi equipo de balonmano. Ellas son compañeras y amigas, que me hacen
olvidar todo lo malo de la vida diaria y el deporte en sí, consigue despejarme
de los agobios rutinarios.
Al finalizar la actividad, seguramente todos sentimos un
gran alivio al descargar todo eso que llevábamos oculto.
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